Un tranvía llamado deseo, el deseo de la pareja | ||||||||||||
por Sexorum Diario de Alcalá | ||||||||||||
MIÉRCOLES 16 DE MARZO DE 2011 A LAS 19:20 HORAS | ||||||||||||
Opinión > Cultura | ||||||||||||
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A TODO COLOR. (Dinámica publicada en el Boletín Informativo de Sexología nº 57-BIS)
La persona amada interesa porque es diferente, porque es portadora de una inconfundible especificidad. Queremos ser amados en cuanto seres únicos, extraordinarios, insustituibles, absolutamente nosotros mismos.
(Alberoni, "Enamoramiento y amor")
Presentación.
Dado el hecho de que los tiempos han cambiado y vivimos en un contexto socio-cultural cada vez más diverso, la intención de este artículo es facilitar, a través de la explicación de una dinámica concreta, la reflexión en torno a la necesidad de una educación socio-afectiva, comunicativa y —por lo tanto— sexual, que incluya el conocimiento de otras realidades para la comprensión del nuevo fenómeno “intercultural” y en la que nadie se sienta excluido.
Objetivos
Nuestro objetivo es que cada uno, con sus características y peculiaridades —su propia erótica (deseos) y su propia amatoria (conductas) —, se relacione buscando la especificidad del otro, atendiendo a sus deseos más que a lo que debe desear: “¿Me gusta aunque sea diferente a mi?” “¿Me gusta porque se parece mí?” “¿Hay cosas que no me gustan pero podemos negociarlas y ajustarlas?” …A través de esta dinámica se pretende, en primer lugar, generar un espacio para el diálogo en torno a estas cuestiones y la puesta en común sobre posibles problemas y contradicciones y cómo pueden ser solventadas.
En esta dinámica cada participante representa un personaje ficticio único e irrepetible con una serie de características y se pretende ver la relación entre individuos donde no hay unos prejuicios predeterminados que condicione al acercamiento entre ellos y donde los participantes se conocen e interactúan obedeciendo a sus deseos en un contexto diverso.
Destinatarios
La dinámica va dirigida a grupos de adolescentes entre 12-16 años.
Duración
La dinámica dura un tiempo de entre una y dos horas, variable en función de los intereses del grupo y el desarrollo del debate.
Material
Se requiere un espacio amplio que permita la movilización en el aula.
Materiales: cartulinas, pinturas, reproductor de música.
Desarrollo y contenidos
Para el desarrollo de esta dinámica, es necesario trabajar con una metodología lo más participativa posible y promover un clima cálido, permisivo, de confianza, aceptación, expresión de emociones y sentimientos, para obtener la seguridad del grupo y alcanzar los resultados previstos en busca del enriquecimiento mutuo.
Se reparten cartulinas en las que se especifican algunas características del personaje que cada cual ha de representar y se observa cómo se desenvuelven en función de ellas.
Por ejemplo, en una de las cartulinas podemos poner:
- Contacto próximo al receptor (rasgo cultural)
- No le gusta la pasta (gustos y preferencias)
- Es expresivo (rasgo de personalidad)
- Mucha altura (rasgo físico)
Cada participante coge una cartulina y no puede enseñársela a ningún compañero. Los que decidan no participar en “la fiesta” lo harán como observadores activos. A continuación se dará un tiempo de preparación de 10 minutos para que cada cual pueda aprenderse su personaje. Los observadores ambientarán el aula para la dinámica, creándose un ambiente cooperativo y de equipo.
Después se realizará una fiesta ficticia durante 20 minutos donde los participantes han de interactuar representando a sus personajes y los observadores han de estar pendientes de qué ocurre en la fiesta.
Mediante esta escenificación se pone en práctica la participación en el grupo al tiempo que se ponen de manifiesto las estrategias que cada cual emplea para relacionarse con los demás.
La dramatización es un buen método para trabajar las habilidades sociales respecto a nuestra sexualidad porque nos sitúa en perspectivas diferentes a las nuestras y nos hace buscar recursos y argumentos para defenderlas. Al ponernos en el lugar del otro, representando situaciones que podrían darse en la vida cotidiana, comparamos nuestra posición con la suya y comprendemos mejor cómo se siente ante una situación concreta.
Por otra parte, durante “la fiesta” se dan situaciones de discusión entre compañeros en las que se observa la capacidad de adopción de diferentes perspectivas.
Una vez terminada la dinámica, los observadores comentan cómo han visto la fiesta: ¿ha habido conflicto? ¿Ha habido entendimiento? ¿Se han creado parejas? ¿Amigos?
Los participantes comentarán como se han sentido en una “fiesta” donde han encontrado a gente muy diversa y de distintas procedencias.
Se trabajarán una serie de preguntas:
- ¿Te ha gustado alguien?
- ¿Por qué?
- ¿Era similar a ti?
- ¿Te ha gustado algo específico en esa persona que te ha atraído? ¿Qué?
- ¿Qué ha pasado con la persona que no te gustaba?
- ¿Ha habido alguien con quien en principio ha habido una confrontación con el que has negociado para llegar a un entendimiento?
- ¿Qué pasaría si hubiésemos especificado la cultura de cada personaje en las cartulinas? ¿Hubiese variado nuestro acercamiento?
- ¿Nos dejamos llevar más por nuestros prejuicios que por nuestras sensaciones y sentimientos?
Evaluación
No se pretende evaluar la conducta de cada participante sino la comprensión de la lógica de los deseos en nuestras relaciones para cumplir con el objetivo de la educación sexual: que los chicos y chicas aprendan a aceptarse y a expresar su erótica de modo que se sientan satisfechos. TODOS, independientemente de su cultura o procedencia geográfica, edad u orientación sexual.
Conclusiones
Esta dinámica proporciona un contexto de personas únicas y peculiares que permite la cohesión interna en busca de la exploración, la innovación y la práctica representando situaciones cotidianas que después se podrían generalizar.
Se favorece el conocimiento de diferentes personas con su especificidad y las relaciones entre ellas, el diálogo, la aceptación, la negociación y el acercamiento o no hacia otros en función de nuestros deseos, sensaciones y sentimientos. Sin embargo, se corre el riesgo de no ser entendida la dinámica al ser roles ficticios, por lo que, en la última fase es muy importante hacer una valoración de cómo se han sentido con la dinámica en sus relaciones con los demás. Por lo que hay que profundizar mucho en el debate final para conseguir el objetivo de la dinámica y reflexionar sobre el peso de los prejuicios y deberes en nuestros deseos.
Es importante adaptar la dinámica al grupo, porque, ¿Qué pasaría si el grupo no quisiera participar? ¿Si boicotean el ejercicio? ¿Si no interiorizan su papel? No obtendríamos ningún resultado. En ese caso, la dinámica podría ser adaptada, como ejemplo se podría entregar una cartulina a cada uno con sus características y las de los demás y hacer el ejercicio individualmente para debatirlo posteriormente.
Además de las relaciones entre personas en cuanto a seres sexuados y únicos, esta dinámica puede ser útil para tratar algunos temas como la negociación de la prevención o el “ligue de una noche” en los ajustes a los deseos de cada uno.
La idea principal de la dinámica es la importancia de nuestros deseos para sentirnos satisfechos con nosotros mismos en un contexto cada vez más diverso, donde tienen gran fuerza los juicios de valor en los diferentes grupos que forman parte de la sociedad.
La presencia de una creciente población inmigrante hace necesaria la reflexión sobre las relaciones entre diferentes culturas y como influyen los estereotipos y las normas sociales en dicha interacción.
Lydia Luque
Los árabes vistos sin pereza intelectual
Los árabes. Del Imperio otomano a la actualidad. Eugene Rogan. Traducción de Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguíbar. Crítica. Barcelona, 2010. 844 páginas. 32 euros.
JAVIER VALENZUELA
Escribía Lawrence en Los siete pilares de la sabiduría: "No hay excusa, excepto nuestra pereza e ignorancia, para que les llamemos inescrutables". Se refería a los árabes. Nueve décadas después, la visión occidental del mundo árabe sigue anclada en estereotipos negativos y comodones. Entretanto, el siglo XX -y lo que llevamos del XXI- ha sido catastrófico para esa comunidad de pueblos. Hoy también les une un malestar colectivo alimentado por sentimientos de humillación, miedo y resentimiento respecto a Occidente, por la carencia de libertades democráticas, por la corrupción institucionalizada y por tremendas injusticias sociales.
Así que, como dice de entrada Eugene Rogan en Los árabes, no debería extrañarnos que los islamistas sean los más firmes candidatos a ganar cualquier elección verdaderamente democrática que pudiera celebrarse en cualquier país árabe. Ellos tienen una explicación simplona que ofrecer a la decadencia árabe -haberse apartado de la literalidad del Corán- y se presentan como adalides del orgullo frente a Occidente y de la lucha contra la tiranía y la corrupción de sus propios regímenes. Rogan, profesor de Historia Contemporánea de Oriente Próximo en la Universidad de Oxford, fue discípulo de Albert Hourani, autor de La historia de los árabes. Sin llegar a la altura del trabajo de su mentor, Los árabes es un texto honesto, informado, útil para aquellos que quieran opinar con propiedad, esto es, sin dejarse llevar por la pereza intelectual que denunciaba Lawrence, sobre el que, desde el 11-S, es el asunto que más titulares acapara en la prensa mundial. Detengámonos en los titulares: ya no hablan de los árabes, solo de los musulmanes. Y sin embargo, los árabes -musulmanes los más, pero también cristianos- existen, forman una comunidad de 325 millones de personas que se extiende desde Mauritania y Marruecos hasta Irak y Omán. Así lo resume Rogan: "Ligados por una identidad común que hunde sus raíces en la lengua y la historia, los árabes resultan absolutamente fascinantes por su diversidad. Son a un tiempo un pueblo y muchos pueblos". Durante los cinco siglos que siguieron al nacimiento del islam, los árabes fueron, recuerda Rogan, la superpotencia de la época. Dominaban el Mediterráneo y Oriente Próximo y sus grandes ciudades -Bagdad, Damasco, El Cairo, Fez, Córdoba- eran faros universales. Pero el profesor de Oxford no consagra su libro a ese periodo glorioso, sino a la larga y honda decadencia que le siguió, la que comenzó con el dominio de los turcos otomanos, siguió con la colonización occidental, se agravó con la pérdida de Palestina y continúa hoy. Hubo, sin embargo, un periodo en el que los titulares hablaban de los árabes y no de los musulmanes. El nacionalismo árabe tuvo una breve edad de oro en los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo XX. Sus grandes hitos fueron el triunfo de Nasser en Egipto, en 1952, y la independencia de Argelia, en 1962. "Nasser ", escribe Rogan, "conquistó el mundo árabe gracias a la radio". Emitiendo desde El Cairo, predicaba la unidad bajo ideas laicistas y socialistas. Pero su panarabismo se derrumbó con la estrepitosa derrota frente a Israel de 1967, la guinda de un inmenso desastre político, económico y social. Al entrar en el último tercio del siglo XX, todas las experiencias de modernización acelerada del mundo árabe habían fracasado, tanto en sus modelos proamericanos como prosoviéticos. Ni habían impulsado el desarrollo económico ni habían reducido las brechas entre los muy ricos y los muy pobres. Entonces emergieron los islamistas, los viejos Hermanos Musulmanes egipcios y sus hijos y nietos aquí y allá. Rogan hace una narración atractiva de estos y otros acontecimientos. El profesor de Oxford describe el inconsolable dolor de los corazones árabes por el hecho de que sus parientes palestinos se hayan convertido en lo más parecido que pueda encontrarse hoy a los negros de Sudáfrica bajo el apartheid. Y observa que la guerra de Irak y sus falsos pretextos no han hecho sino agravar las cosas. "La invasión de un país", dice, "constituye ya un abuso lo suficientemente grave como para pretender añadirle encima el insulto a la inteligencia de los perjudicados". Queda la gran pregunta: ¿cómo los árabes han llegado a esto? No todo puede explicarse por la colonización occidental, otros pueblos -japoneses, chinos e indios- ya han conseguido superar etapas de decadencia. "También los árabes", afirma Rogan al final de su obra, "han de asumir su parte de responsabilidad en la construcción de un futuro mejor". Son ellos los que deben emprender grandes reformas. Libertad, educación e igualdad de la mujer son la clave.
EL ADULTERIO
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/adulterio/delito/algo/elpepusoc/20101003elpepisoc_1/Tes
el deseo
file:///C:/DOCUME~1/RECEPC~1/CONFIG~1/Temp/desiring%20arabs.pdf
SEX THERAPY
file:///C:/DOCUME~1/RECEPC~1/CONFIG~1/Temp/Sex%20Therapy%20in%20islamic%20culture.pdf
ENCICLOPEDIA ISLÁMICA
file:///C:/DOCUME~1/RECEPC~1/CONFIG~1/Temp/Encyclopaedia%20of%20Women%20and%20Islamic%20Cultures%20-%20Vol.%203.pdf
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